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La mejor estrategia para que tu gato deje de rascar donde no quieres es no intentar que tu gato deje de hacerlo, de rascar, aunque parezca paradójico.
La clave es enseñarle dónde rascar y dónde no rascar.
Una buena manera de hacer esto es proporcionar superficies y objetos para rascar que sean atractivos y aptos para gatos, como los postes que todos conocemos. Los siguientes pasos ayudarán a animar a su gato a rascarse donde usted quiere que rasque:
Índice de Contenidos
Que tu gato tenga diferentes rascadores
La idea es que tu gato no se aburra.
Si le ofreces siempre el mismo rascador, si no se lo cambias, al final formará parte de su paisaje y rutina y buscará nuevas aventuras, nuevos lugares que rascar. También es interesante que los nuevos postes estén fabricados en diferentes materiales. Los hay de todo tipo, desde cartón, pasando por madera, hasta fingir que son una misma tapicería.
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Los postes actuales cuentan con una fabricación profesional y están testados. Es importante valorar su resistencia y que sea lo suficientemente alto como para que puedan estirarse por completo. Así les gusta a ellos 😀
Uñas razonablemente cortas y largas
Otra solución, constante, es, simplemente, cortar las uñas de nuestros gatos con regularidad. De no saber cómo hacerlo, contar con la ayuda de un profesional veterinario sería lo ideal.
Un último recurso
Si percibes o notas que tu gato ha agarrado algo inapropiado, o tiene fijación por ese «algo», puedes intentar espantarlo rociándole con un spray de agua. Algo ligero, claro.
Esta idea es un último recurso, ya que tu gato puede asociarlo con un evento sorprendente e inexplicable (el propio rocío del agua) y aprender a temerlo, asociando ambas ideas.
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