Aunque el Bichón Maltés es conocido por su carácter dulce, cualquier perro, sin importar la raza, puede morder en determinadas circunstancias. Si te encuentras en la difícil situación de que tu perro ha mordido, es crucial actuar con calma y seguir unos pasos claros para gestionar la situación y prevenir que vuelva a ocurrir.
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Pasos Inmediatos: Qué Hacer Justo Después de una Mordedura
En un momento de estrés, sigue esta guía de emergencia:
- Asegura la zona: Lo primero es la seguridad. Separa al perro de la persona o animal que ha sido mordido. Llévalo a una habitación tranquila y segura para evitar que el incidente vaya a más.
- Atiende la herida: Evalúa la gravedad de la mordedura. Si es superficial, lávala a fondo con agua y jabón. Si es profunda, sangra abundantemente o afecta a una zona delicada, busca atención médica o veterinaria de inmediato.
- No castigues al perro: Gritar, golpear o castigar al perro en ese momento es contraproducente. Aumentará su miedo y estrés, y no entenderá la razón del castigo, lo que puede empeorar la agresión en el futuro.
Entendiendo el Origen: ¿Por Qué Muerde un Bichón Maltés?
Una mordedura no ocurre de la nada. Suele ser el último recurso de un perro que se siente acorralado. Las causas más comunes son:
- Miedo o amenaza: Es la causa más frecuente. El perro se siente asustado por una persona, un ruido, un objeto o una situación y muerde para defenderse.
- Dolor: Un perro que sufre de una lesión o una enfermedad oculta puede morder si se le toca en una zona sensible.
- Protección de recursos: Algunos perros pueden morder para proteger su comida, sus juguetes, su cama o incluso a su dueño.
- Frustración o sobreexcitación: Durante un juego muy intenso, un perro puede morder sin mala intención debido a la sobreexcitación.
Soluciones a Largo Plazo para Corregir el Comportamiento
Una vez pasada la emergencia, es fundamental abordar la raíz del problema para que no se repita:
- Visita al veterinario: El primer paso es descartar cualquier causa médica. Un chequeo completo puede revelar si el dolor es el detonante del comportamiento.
- Contacta a un profesional: Busca la ayuda de un adiestrador canino o un etólogo que trabaje con métodos en positivo. Un profesional podrá evaluar tu caso específico y darte un plan de trabajo adaptado.
- Manejo y prevención: Mientras trabajas en el problema, gestiona el entorno para evitar situaciones de riesgo. Usa la correa en público y evita exponer a tu perro a las situaciones que sabes que le provocan estrés.
Recuerda que la agresión es un tema serio que requiere paciencia y, casi siempre, ayuda profesional para garantizar la seguridad de todos.




